La Biblioteca Municipal de San Fernando, a pesar de los años de lamentables gobiernos alcaldicios, se ha mantenido incólume, como un bastión de la cultura, gracias al trabajo incansable de su directora Mónica Meneses Allende.

Hace una década conocí a Mónica cuando llegué de Santiago, y descubrí la sorprendente colección de libros de la biblioteca sanfernandina, que nada tenían que envidiar a otras de su tipo en la capital.

Ese bien maravilloso, y tan escaso, fue logrado en los últimos 20 años gracias al trabajo esforzado y único de esta grandiosa servidora pública. Mónica, con su amor a las letras, presentó proyectos solicitando fondos al Estado, forjó lazos con otras bibliotecas, y generó hermosas cadenas de apoyo con escritores; lo que convirtió a la biblioteca municipal en un ejemplo de cómo resguardar la cultura.

¿Cuántas veces querida Mónica golpeaste las puertas del municipio por un mínimo de apoyo económico y te negaron unos pocos pesos para un libro? Duele, duele mucho pensarlo. Para qué hablar de tu esfuerzo porque la literatura llegara a los más jóvenes, con visitas a colegios e inolvidables cuenta cuentos donde con tu admirable histrionismo, te disfrazabas y hacías a los más chiquitos volar con una historia.

La literatura y las artes en general son preciadas joyas de la cultura de cada localidad que se les deben especial cuidado, por eso escribo esta carta, ya que me he enterado que a Mónica se le ha despojado de su cargo de directora de la Biblioteca Municipal. Uno de los rasgos más despreciables de la vieja política es, sin duda, la mala práctica de acomodar amigos y conocidos en cargos donde la comunidad necesita de los y las mejores profesionales. Mónica es otra víctima de esta costumbre despreciable.

A través de esta carta creo representar a cientos, quizás miles de sanfernandinos que durante las decadentes administraciones pasadas, encontraron en esa pequeña biblioteca un lugar de verdadero pensamiento, y de amor al saber.

Ruego a la nueva administración reconsiderar el nombramiento que dejó el anterior alcalde Luis Berwart, y entregue nuevamente la dirección a Mónica Meneses; ella merece el más absoluto reconocimiento de toda esta comuna. Y no sólo devolverle la dirección de la biblioteca, sino que también entregarle el más completo apoyo económico, para que ella, con su infatigable amor por la literatura, la haga crecer y ser un faro cultural más grande de lo que hoy es. El municipio se lo debe, por tantos años de mezquindad.

Mónica querida, estamos contigo. San Fernando te debe mucho, tanto que no lo imaginas. Por favor nunca dejes de estar con los que te queremos y respetamos por la inmensa mujer y profesional que eres.

IRENE PADILLA ARRIAGADA, PERIODISTA DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

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