El Gobernador Regional Pablo Silva Amaya manifestó que el gobierno jamás estuvo convencido del proceso de descentralización que inició nuestro país, “por lo que todo lo que huela a pérdida de poder y de control de los recursos del Estado es un dolor de cabeza. Y en este sentido, la figura del Gobernador Regional es un problema, más que una oportunidad”, aseguró.

Silva Amaya enfatizó que esta actitud se refleja en su “nula disposición para avanzar en las grandes materias que nos afectan como gobernadores regionales, por lo que- lo más seguro- es que tendremos que esperar hasta marzo del próximo año, cuando cambie el gobierno, para trabajar como corresponde, con los recursos, la infraestructura y las facultades que deben tener los gobernadores regionales, como máximas autoridades de la región, elegidas por voto popular”, agregó.

El Gobernador Regional, al cumplir su tercera semana al mando de O´Higgins, expresó que “nosotros estamos para trabajar como corresponde por cada una de las regiones para engrandecer nuestro país, y necesitamos de la colaboración del gobierno para hacerlo en conjunto (…) Estamos esperando una audiencia (con el Presidente de la República), donde le queremos manifestar que instruya a sus ministros, que nos atiendan y reciban como corresponde”, afirmó.

Pablo Silva Amaya reconoció que la relación con el Delegado Presidencial, Ricardo Guzmán, ha sido de respeto y colaboración, “pero la figura de este Delegado Presidencial debe eliminarse, porque no se justifica, ya que la relación y coordinación con los servicios públicos, debe estar a cargo del Gobernador Regional, como máxima autoridad en la región, elegida en las urnas”, manifestó.

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Por tribuna