Leandro (25 años), Fernanda (24 años) Mario (20 años), Felipe (16 años) Matías (13 años) y Máximo (11 años) son su gran tesoro, con los que actualmente vive una vida llena de felicidad luego de los momentos amargos y dolorosos que ha tenido en el camino.
Seis hijos ha sacado adelante Danitza Paillao Millar, una mujer que hace 15 años llegó de Carahue a Quinta de Tilcoco, y que a sus 44 años tiene a cuestas dos separaciones, por lo que ha tenido que sacar fuerzas de flaqueza, reinventarse y salir adelante “porque la vida debe continuar” asegura.
Cuando sólo tenía un año, su hijo mayor Leandro (25 años) perdió a su padre, su hermana Fernanda (24 años) sólo tenía un mes de vida. Ese fue el primer golpe que le daba la vida a Danitza Paillao, quien se secó las lágrimas y continuó adelante por sus hijos.
Tiempo más tarde, conoció a su segunda pareja con quien tuvo a Mario (20 años), Felipe (16 años) Matías (13 años) y Máximo (11 años). Con él estuvo 17 años, relación que llegó a su fin hace tres años cuando apareció la violencia intrafamiliar. “Cuando me empezaron a tratar mal, golpeé la mesa y le dije que se fuera de la casa”, comenta Danitza, quien detalla “me di cuenta que la relación estaba mal cuando me levantó la mano y mi hijo mayor Leandro se metió para defenderme. Si yo no le ponía fin a eso, podía quedar una tragedia y me separé”, relata.
Un paso difícil de dar, cuando hay dificultades económicas asegura Danitza “a esto se le sumaba que en ese entonces Felipe que tenía 3 años se enfermó, le apareció un hemangioma maxilofacial. Eso me impedía salir de ahí, yo no trabajaba y dependíamos económicamente de él”.
“LOS TALLERES DE PRODEMU AYUDAN BASTANTE A ATREVERSE”
Si bien Danitza Paillao comenzó a emprender y a trabajar en diversos oficios hace nueve años, pensaba que no tenía las herramientas para sacar adelante una familia sola, pero el destino y la experiencia quisieron otra cosa “hace tres años cuando quedé como jefa de hogar luego de separarme, entré a los talleres de PRODEMU, primero estuve en el programa de la Ruta Digital y ahora estoy en Juntas Crecemos donde he aprendido mucho. Tengo un emprendimiento de ropa, vendo en la feria, en la casa, por mi Facebook Danitza Paillao y salgo a hacer delivery”.
Agrega que “estos talleres de PRODEMU ayudan bastante a atreverse, a empoderarse, a dar el paso, además se conocen muchas experiencias de otras mujeres que están en mejores o peores situaciones que uno y eso ayuda mucho, la orientación que entregan, entre las participante nos aconsejamos y nos apoyamos mutuamente”.
La quintana que lleva tres años separada, no niega que es un proceso que tiene dificultades. “Me costó dar el paso, es difícil; no por extrañar a la otra persona, porque con el tiempo uno se da cuenta que ni siquiera era amor, es costumbre, miedo a quedar sola. Creo que ese es el miedo de muchas mujeres que no se atreven porque no son independientes, porque cuando esto pasa, uno se queda con una mínima pensión de alimentos con lo que hay que hacer maravillas, que no alcanza ni siquiera para lo básico. Hay que comprar comida, pagar arriendo, cuentas básicas, tengo dos hijos con epilepsia que usan remedios y todo lo que los hijos necesitan, ropa, útiles de colegio y esa plata no alcanza y hay que rebuscárselas”.
Como enseñanza de vida Danitza aconseja a las mujeres que están a un paso de la separación y no se atreven “a ellas que no son independientes, que no saben surgir solas, les digo que busquen su red más cercana de apoyo. Cuesta un montón al principio, van a haber sacrificios, a lo mejor van a pasar hambre o frío, pero cuando dan el paso, se puede, teniendo el apoyo de los hijos y su la tranquilidad, vamos con todo para adelante, uno consigue mucho más cosas cuando se arriesga, si uno se atreve, ya no hay imposibles”.
LA FELICIDAD TOCÓ SU PUERTA
Luego de haber vivido la dura experiencia de la separación con seis hijos a cuestas, estos últimos tres años han estado llenos de felicidad junto a sus hijos Mario, Felipe, Matías y Máximo con los que vive actualmente, asegura Danitza. “Estos tres años han sido de alegría, de armonía, de tranquilidad. Aún recuerdo hace dos años cuando mi hijo Mario me dijo ‘ahora somos una familia’; eso me quedó tan marcado, entonces todo valió la pena. Creo que la vida me premió y soy feliz. Soy feliz con mis hijos, por lo que son, son buenos, respetuosos, colaboradores, trabajadores, busca vida y me siento orgullosa de ellos”.
Ella es una de las más de 60 mil mujeres que ha acogido PRODEMU a lo largo del país en sus 30 años de historia, 4 mil en la Región de O’Higgins y este domingo en que se celebra el Día de la Madre, la institución perteneciente a la Red de Fundaciones de la Presidencia de la República quiere relevar el importante rol de las madres, rindiendo en el testimonio de Danitza Paillao un homenaje a esas madres aguerridas, sacrificadas, emprendedoras, fuertes, empoderadas, productivas, que día a día se esmeran por sacar adelante a sus familias.
«Queremos saludar a cada una de la madres de nuestra región de O’Higgins, reconociendo el esfuerzo, la dedicación, la constancia, la energía, las protagonistas de esta historia. A esas madres perfectas en su imperfección decirles que deben dejar a un lado la idea de ser súper mujer solo para agradar al resto, porque sabemos que es difícil, que a veces no quieres más y que estás cansada, que te frustran las injusticias y que te llena el alma la equidad en todo ámbito. A ti mamá, en este día de madre te queremos saludar y decirte: lo estás haciendo bien, lo mejor que puedes, eso nunca lo olvides”, enfatiza la directora de PRODEMU, Nessy Moratelli.
La Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer, PRODEMU, manda un afectuoso saludo a las madres que se encuentran en todos los rincones de nuestra región, y a aquellas que mamás que han sido parte de nuestra oferta programática por medio de la Ruta del Empoderamiento Digital, Ruta de Familia, Ruta de Mujeres Rurales, Ruta del Emprendimiento, Ruta Digital, Ruta de Liderazgo, Ruta de las Organizaciones, Cumpliendo un Sueño, entre otras importantes labores que desarrollan y que se esmeran día a día por lograr sus metas. Mujeres esforzadas que en estos difíciles tiempos de pandemia han seguido su rutina de trabajo en los diferentes rubros o se han reinventado para sacar adelante sus emprendimientos y a sus familias.