La joven profesional se prepara junto a su esposo para participar en septiembre en la competencia. La ayuda familiar y la distribución equitativa en las labores del domésticas han sido la clave para su preparación.

Doris Labbe es asistente social del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Santa Cruz, tiene 37 años es casada y tiene 3 hijos pequeños, y desde hace algunos meses se prepara para participar en su primera triatlón. Competencia que se realizaría en septiembre, y que ha logrado mantenerla ocupada entrenando durante esta pandemia.

La profesional reconoce que de una u otra forma toda su vida ha estado ligada al deporte y la actividad física. Cuenta que desde pequeña participó en distintos talleres, ya sea de atletismo o gimnasia, pero que de adulta estuvo buscando alguna disciplina que se pudiera complementar con la vida laboral, pero principalmente con su vida familiar. En el 2015 la profesional participó en la Maratón de Santiago, recorriendo 21 km.

Doris, destaca que el deporte es muy importante en su ámbito familiar. “Lo hemos adoptado como un estilo de vida, entendiendo y valorando sus beneficios, en los procesos cognitivos y de desarrollo de nuestra hija e hijos. Mi esposo tiene una destacada trayectoria en básquetbol, siendo seleccionado regional y universitario. De esta misma forma, se ha cultivado el desarrollo de este deporte en nuestro hijo Martín de diez años y Antonia de siete años”, comenta la profesional.

En cuanto a su preparación y participación en la Triatlón de Rapel, comenta que la idea nace luego que su esposo participara en el año 2019 en una experiencia similar, él comenzó a prepararse para la categoría sprint del Triatlón Internacional de Viña de Mar en febrero de 2020, carrera que logró completar de manera exitosa. “Desde entonces visualicé como un tremendo desafío poder sumarme a esta disciplina, por lo que desde junio del año 2020 comenzamos la preparación física en casa, alternando con running y ciclismo”.

Actualmente la preparación física está a cargo de un entrenador, quién semanalmente varia el tipo de entrenamiento, orientado a buscar mejoras en las distintas disciplinas, las que Doris trabaja junto a su pareja en miras de poder participar en el certamen de septiembre próximo.

Finalmente, la joven profesional hace énfasis en que el desarrollo del deporte, sobre todo cuando se es mamá “es muy difícil, ya que más que motivación necesitas disciplina, la cual es muy difícil de sobrellevar cuando se cumple diversos roles. Se tiende a romantizar el hecho de que si haces deporte tienes más energía, y no siempre es así, muchas veces no hay ganas de entrenar, se debe lidiar con las labores domésticas y la carga académica de los hijos”.

Sin embargo, añade; “ el poder practicar una disciplina, teniendo familia, sólo se logra cuando, en este caso, tanto yo como mi esposo, entendemos que los roles de crianza, de labores doméstica, el proceso educacional de nuestra hija e hijos se equipara, se comparte y se realiza entre los dos, y que no solo se delega en la figura materna, ya que se ser así , la sobrecarga no me permitiría entrenar, siendo esto una clara muestra de un cambio de paradigma que apunta a la igualdad de género, lo que es fundamental para el desarrollo del deporte y la vida familiar”, concluyó.

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Por tribuna