Finalizando el mes de la no violencia contra las mujeres, en que PRODEMU buscó educar, sensibilizar y humanizar el parto, transformándolo en uno consciente, respetado e informado en alianza con el Observatorio de Violencia Obstétrica (OVO Chile) y en el marco del Proyecto de Ley sobre parto respetado que se encuentra en discusión en el Congreso, es que la directora regional Nessy Moratelli Solar llegó hasta las comunas de Pumanque, Pichilemu y Rancagua para difundir la campaña.

En Pumanque sostuvo una interesante reunión con el alcalde Gonzalo Baraona y su equipo municipal, en Pichilemu llegó hasta el hospital local donde la recibió la matrona Lía Robles, profesional de la salud que acogió de buena manera la campaña contra la violencia obstétrica y en Rancagua acudió hasta el centro médico ecográfico Ecolook donde fue recibida por el director Dr. Sergio Pizarro, la matrona-enfermera coordinadora Yessica Rojas y pacientes a quienes informó de la campaña.

Y es que según las cifras recabadas por OVO Chile, el 56.4% de las mujeres señala haber sido criticada o reprimida por expresar dolor y emociones al momento del parto y que más de la mitad de las mujeres chilenas han sufrido violencia obstétrica, una violencia oculta que se traducen en burlas, mal trato, insultos y abandono a la mujer durante el parto. Según la OMS es la violencia ejercida por profesionales de la salud hacia las mujeres embarazadas, en labor de parto y el puerperio. Es una violencia de género que está normalizada y que es transversal al estrato socioeconómico. Sin embargo, esta agresión psicológica y física durante la atención de la gestación, preparto, parto, postparto, se da más en mujeres con menos educación, en pobreza multidimensional, mujeres rurales y zonas alejadas.

Cabe consignar que, al año PRODEMU trabaja con más de 27.000 mujeres, de ellas -según el Centro de Estudios de Género de PRODEMU- sólo un 14% tiene educación básica completa. Cifras alarmantes, puesto que de acuerdo a OVO las mujeres con educación básica incompleta declaran haber vivido en un 58% la represión de expresiones de dolor y emociones al momento de parir. OVO también confirma que los estándares de cuidado son peores en las experiencias de parto de mujeres de niveles educacionales más bajos y de aquellas más jóvenes.

“La violencia obstétrica es una de las formas de violencia contra las mujeres más invisibilizada y normalizada en nuestra sociedad que puede adoptar numerosas formas, y en ocasiones, subestimarse bajo síndromes de depresión posparto o estrés postraumático. Las mujeres más informadas son las que pueden tomar decisiones, es por eso que queremos informar a las que más lo necesitan para poder empoderarlas y que conozcan sus derechos, porque decidir y participar en su parto, es un derecho”, dijo la Directora Regional de PRODEMU, Nessy Moratelli Solar.

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Por tribuna