La Ruta de los Abastos busca visibilizar el patrimonio gastronómico cultural que esconden las localidades de Lolol, Paredones, Marchigue, Litueche y Pichilemu en la región.

Articular un ecosistema turístico gastronómico que priorice el sector productivo primario, mediante el fomento y promoción de la cultura gastronómica local, a través de un club de productos denominado La Ruta de los Abastos, es el objetivo de la iniciativa, “Gastronomía como catalizador de los sistemas alimentarios sostenibles. Cardenal Caro, destino gastronómico rural”, impulsada por FIA, la agencia de innovación del Ministerio de Agricultura y ejecutada por Suculento consultores.

El proyecto, apunta a identificar, desarrollar, generar, promocionar y comercializar experiencias de turismo gastronómico rural, en el marco de la Estrategia Nacional de Turismo Gastronómico, impulsando una marca turística territorial, a partir del quehacer de la comunidad campesina del secano costero.

La primera etapa identificó a 30 productores estrella del territorio, los que participaron de un Curso de Especialización en Diseño de Experiencias de Turismo Gastronómico dando como resultados 10 experiencia de alto estándar turístico, que están siendo prototipadas y que esperan salir a comercialización a finales de noviembre.

La Ruta de Los Abastos, que en noviembre próximo presentará sus 10 experiencias turísticas gastronómicas, es una invitación viajar por estos pueblos mágicos y desconocidos, a través de los sabores y saberes de sus comunidades campesinas. Un turismo innovador, sostenible y con sentido de identidad. Los visitantes y turistas podrán disfrutar de Abejaventura: apicultor por un día, una aventura para sumergirte en el fascinante mundo de la apicultura en Litueche; Travesía Ecoturística que promete conectar a los viajeros con el corazón del secano, a través de un recorrido por el territorio líquido de sus paisajes, cosechas y sabores; Vive La Rural, una experiencia cervecera gastronómica; Descubre Cabeceras, un paseo guiado por esta localidad de Paredones para conocer el paisaje de un ex salar, observar aves, recolectar plantas comestibles y cocinar con ellas; Viajar a la historia del trigo, para reconectar con oficios ancestrales y saborearlos; y Alguero por un día, junto a las recolectoras de orilla de La Caleta los Piures, entre otras.

“Esta nueva Ruta Turística Gastronómica nos ha permitido crear nuevos relatos, compartir sinergias y descubrir emocionantes oportunidades para el mundo rural desde una perspectiva innovadora como lo es la gastronomía. Queremos que el Secano de O’Higgins, lo rural, se abra el mundo, mostrando sus sabores y saberes y, desde ahí, cree riqueza para sus habitantes siempre con un profundo respeto hacia los sistemas alimentarios”, afirma la directora del proyecto Cardenal Caro, destino gastronómico rural La Ruta de los Abastos, Consuelo Poblete.

El turismo gastronómico es un sector con enorme potencial para el desarrollo de las sociedades contemporáneas, sobre todo de las comunidades rurales, y una valiosísima oportunidad para la trascendencia cultural, social, económica y medioambiental de los pueblos mágicos, como los que esta Ruta de Los Abastos espera dar a conocer.

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Por tribuna