Casas de acogida, escuelas hospitalarias, centros de rehabilitación, programa nutricional, ayudas psicosociales y otros: así se pueden resumir en pocas palabras los 32 años de historia de Fundación Nuestros Hijos, cuyo trabajo se centra en los niños, niñas y adolescentes con cáncer junto a sus familias.
Y si bien FNH se encuentra en Santiago, cerca del 40% de los servicios integrales que entrega es a niños provenientes del Valle de Colchagua y sus alrededores.

Por este motivo es que la ONG desarrollará una cena solidaria en Colchagua, específicamente en el Hotel Santa Cruz el día martes 28 de noviembre, cuyo propósito es dar a conocer el trabajo que realiza en la región, así como también recaudar fondos para seguir atendiendo a pacientes de O’Higgins.

Según cuenta la fundadora y presidenta de FNH, la doctora Marcela Zubieta, al no existir un centro de oncología en el Valle de Colchagua, los niños diagnosticados con cáncer son derivados a Rancagua para luego llegar al hospital Exequiel González Cortés de San Miguel, muy cerca de donde la ONG cuenta con sus instalaciones, albergando a muchos de estos pacientes en sus casas de acogida.

“Se estima que el 40 por ciento de los niños que se atienden en el hospital Exequiel González Cortés, provienen de la región de O’Higgins y deben instalarse en Santiago para recibir sus tratamientos durante meses o años”, comenta la representante.

“Sostener a estos pacientes y sus familias con todo lo que ellos requieren es caro y nosotros no podemos hacerlo solos, por lo que necesitamos personas de buen corazón que puedan hacerse parte de la obra para así asegurarles este apoyo indispensable para que se cumpla con el objetivo de asistirlos con buena calidad y que estos niños tengan futuro”, agrega Zubieta.

A estos pacientes FNH coopera de distintas formas: apoyando en el tratamiento, en su educación, en los aspectos psicosociales, rehabilitación integral y un plan de salud mental, así como también reinsertándolos finalmente en la sociedad cuando termina la etapa de tratamiento de la enfermedad misma.

TRABAJO EN COLCHAGUA

De acuerdo a la facultativa, “en nuestros años de existencia hemos dado algún tipo de apoyo a más de 18 mil niños, y durante varios años, por lo menos los seis primeros de nuestra historia, sólo entregábamos asistencia a los niños que se atienden en el Hospital Exequiel González Cortés, que es donde llegan los pacientes derivados de la región de O’Higgins, y hasta el día de hoy esa zona es una de las que apoyamos de forma más integral, con la mayor cantidad de servicios, y en la forma más diversa y en mayor numero”.

La historia de la representante con el Valle de Colchagua, eso sí, se remonta a fines de la década de los 70. “Yo tengo una preciosa y larga relación con Colchagua, porque cuando me recibí el año 78 o 79 inicié mi carrera de médico general en el hospital de Santa Cruz, por lo que estuve tres años viviendo ahí, tuve mis primeros hijos en la zona, por lo que siempre ha estado dentro de mi vida y tengo muchos amigos de la zona que aún conservo”.

Asimismo, la representante agrega que “durante varios años estuvimos haciendo con mi hermano, Ricardo Zubieta, operativos médicos en Santa Cruz, tanto desde la perspectiva pediátrica clínica como quirúrgica y ahora estamos apelando a que las personas con mayores recursos de la zona nos apoyen en estos desafíos que son tan urgentes y tan necesarios para los niños enfermos de cáncer”.

APOYO EN LA REGIÓN

Si bien son muchos los niños de Colchagua que se atienden con FNH, uno de los casos más emblemáticos de la zona es el caso de Amanda, niña de 6 años oriunda de Chanqueahue, comuna de Rengo, quien enfrenta un gran desafío a su corta edad: un meduloblastoma, tipo de cáncer cerebral.

Ella no solo ha recibido atención médica, sino también apoyo emocional, alojamiento y un sentido de comunidad. “Amanda es parte de la Casa de Acogida de Fundación Nuestros Hijos y asiste regularmente al colegio hospitalario que la fundación tiene en el Hospital Exequiel González Cortés”, comenta su madre, Maryorie.

“En este tiempo en que ha pertenecido a Fundación Nuestros Hijos no solo Amanda ha recibido cuidados, sino que yo como madre también he tenido apoyo psicológico y psiquiátrico porque la noticia de su cáncer, como a cualquier mamá, me provocó gran conmoción en mi salud mental, por lo que agradezco enormemente el trabajo de esta ONG”, agrega.

INVITACIÓN

La invitación, de acuerdo a la doctora Zubieta, es que las personas de Colchagua y la región “se hagan parte de nuestra obra, y las formas son muchas: ser auspiciadores, comprando una entrada para la cena o, para quienes no puedan dar auspicio ni ir a la cena, se hagan socios con apoyo permanente y regular, que puede ser un monto bajo, pero todo suma y los niños lo requieren”. Muchos niños que FNH recibe en Santiago no pueden acceder al tratamiento necesario por sus propios recursos. “Aunque el tratamiento en mayor parte lo entrega el Estado a través de sus políticas públicas, eso no lo es todo, porque también existe una serie de otras necesidades que ellos tienen y que el servicio lo da FNH y que son indispensables para que puedan acceder al tratamiento, permitiendo tener una buena calidad de vida, evitar el abandono del tratamiento y reinsertarse posteriormente a la sociedad como corresponde”, puntualiza la pediatra.

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Por tribuna