Para el académico UOH José Mela, los murales participativos representan una forma de resignificar el arte y el espacio comunitario, mientras que para el muralista y grafitero Raúl Cancino, la labor de los artistas públicos a lo largo del programa fue la de interpretar la identidad local y territorial.

El programa desarrollado por el Proyecto URO «Red Cultural y Científica para la Región de O’Higgins» (UOH-MINEDUC), junto a la Red Regional de Muralismo y Arte Público (REDMAP), sumó un total de seis murales participativos en el segundo semestre de 2023, involucrando a más de 500 personas de manera directa pertenecientes a cinco comunidades educativas, como las Escuelas Laura Matus de Doñihue, Antonio de Zúñiga de Peumo, Nobeles de Chile de Marchigüe, los Colegios Santa Teresa de Machalí y Pablo Garrido de Rancagua, además de la comunidad deportiva del Gimnasio “Los Copihues” de San Fernando.

Esta actividad de muralismo participativo que apuntó a la resignificación de espacios públicos, contempló sesiones para el co-diseño de cada mural, desarrolladas junto a estudiantes de educación básica y media, apoderados/as, vecinos y otros actores sociales, quienes aportaron ideas durante todo el proceso de composición acerca del carácter identitario que aspiraban resaltar en cada obra.

Vale mencionar que estos aportes comunitarios introdujeron en la narrativa de los murales el acervo tradicional, histórico y patrimonial de las comunas de Peumo, Doñihue, Machalí, Rancagua, San Fernando y Marchigüe, así como valores educativos entrelazados a la cosmovisión de la región, junto a la memoria, anhelos y perspectivas de los participantes, destacando también la contribución de niños y niñas con o sin conocimientos artísticos.

Revitalizar la identidad

Al respecto el académico de la Universidad de O’Higgins (UOH), José Mela, destaca que el trabajo de muralismo participativo en cuestión, impulsó diálogos creativos, reflexivos y colaborativos para la resignificación del espacio público, “reflejando las aspiraciones comunitarias, en ocasiones opuestas a las lógicas institucionales o políticas culturales centralizadas, rompiendo la relación jerárquica entre el artista foráneo, dada la participación activa de actores sociales, desde niños, niñas, hasta adultos mayores”. En ese sentido, para el docente en educación artística, la organización de murales participativos actuó “como dispositivo para revitalizar los sentidos identitarios de sus barrios, comunas o, incluso, provincias, alrededor de las producciones artísticas que mezclan temáticas locales con un arte actual y/o contemporáneo”.

Una huella indeleble

Cobra importancia la labor desempeñada por los 12 muralistas (7 mujeres y 5 hombres), pertenecientes a la Red de Muralismo y Arte Público (REDMAP), quienes trabajaron en duplas las ideas comunitarias para estos seis murales, amparados en conversatorios, charlas y talleres, que terminaron tejiendo un nudo indisoluble entre personas, obras y territorio. En síntesis, los artistas pasaron a ser esos vehículos de comunicación de símbolos transformados en imágenes que hoy relatan el alma de un sector y su gente.

Así lo ratifica Raúl Cancino de la REDMAP, al mencionar que la labor de los/as muralistas en todo este proceso creativo de los murales participativos, fue la de propiciar conversaciones que ilustraran las distintas temáticas, de acuerdo a las comunidades involucradas, definiendo al mismo tiempo, aspectos técnicos como las dimensiones de los murales, la incidencia de la luz, por ejemplo, la escogencia de la paleta de colores, enfoque, perspectiva e historia.

El reconocido grafitero, quien condujo el mural participativo en la Escuela Nobeles de Chile en Marchigüe, junto a la arquitecta Margarita Cáceres, resume que la función de los muralistas dentro de este programa radicó en contemplar obras que se fueron nutriendo conforme las vivencias e inquietudes de los grupos en conversación, dando como resultado un acto reflejo con aspectos que definieron el territorio. De allí que, para el artista público, los seis murales participativos desarrollados en conjunto con la UOH y la REDMAP, hayan sido una convocatoria para conmemorar pensamientos, visiones e historias locales expresadas en obras cuyos alcances sellan de manera indeleble vínculos con la identidad regional.

Los artistas públicos y muralistas participantes en este programa fueron: Marisel Aguilar, Teodoro Saavedra y Nelson Valenzuela (Escuela Antonio de Zúñiga de Peumo), Miguel Chacoff y Adolfo Pérez (Escuela Laura Matus de Doñihue), Margarita Cáceres y Raúl Cancino (Escuela Nobeles de Chile de Marchigüe), Javiera Quintanilla y Camila Vivanco (Escuela Pablo Garrido de Rancagua), Daniela Fuentes y Paulina Tapia (Colegio Bicentenario Artístico Santa Teresa de Machalí) Catalina Andrade y Rocío Aguilera (Gimnasio “Los Copihues” de San Fernando).

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Por tribuna